Cuando era muy niño mi abuelo Mercedes me recitó esta oración. Mucho tiempo después, cuando empecé a recopilar cosas de Fuenterrobles, me vino a la imaginación pero sólo recordaba que era la oración del peral. Mi padre tampoco la recordaba y yo la incluí en el catálogo del patrimonio cultural perdido.
Pero recientemente, mi primo, Rafael Gabaldón Sierra, de Caudete de las Fuentes, me la recitó y me dijo que la aprendió de su abuela que era de Fuenterrobles y hermana de mi abuelo. Fue una alegría sacarla del olvido como todo lo que tiene relación con Fuenterrobles.
De esta oración se conocen varias versiones algo diferentes. A ésta la vamos a llamar conjuntamente la versión de Fuenterrobles y Caudete de las Fuentes.
El peral que planté
ya echa peras de victoria
porque la tierra que yo le eché
era de perfectas memorias.
La carne me está temblando
de las palabras que digo
pues quiero ser cristiano
y servir a Jesucristo.
Jesucristo fue nacido
de la hija de Santa Ana
y antes que su muerte llegue
a sus discípulos llama.
Uno a uno, dos a dos
todos se iban juntando
y cuando estaban todos juntos
de esta manera les habla.
¿Quién de vosotros amigos míos
morirá por mi mañana?
Unos a otros se miraban
y ninguna respuesta daban.
Solo Juan, el evangelista,
que predicó en las montañas.
Moriré por ti mi Dios
que morir no será nada.
Ya sacan al buen Jesús
un viernes por la mañana
con una cruz sobre los hombros
de madera muy pesada.
Y con una cuerda al cuello
los judíos le estiraban.
Cada estirón que le daban
el buen Jesús se arrodillaba.
Arrodíllate buen Jesús
que cerca está tu jornada,
en el Calvario más alto
las tres Marías te aguardan
La una la Magdalena,
la otra Marta y su hermana,
la otra la Virgen Pura
la que más dolores pasa.
Una le lava los pies
otra le lava la cara
y la otra recoge la sangre
que el buen Jesús derramaba
Siendo tanta la que derramaba
que arroyos se iban haciendo
yendo todos a parar
a los pies del Padre Eterno.
Padre Eterno de la luz
mira como está tu hijo,
clavado y muerto en la Cruz
que no tiene sepultura
ni cama para blandura.
Que las piedras se hagan pedazos
cuando el Redentor esté en tus brazos
Y quién diga esta oración
todos los viernes del año
sacará un alma de la pena
y la suya del pecado.
Quien la sabe y no la dice,
quien la oye y no la aprende
llegará la hora del Juicio
y no sabe lo que se pierde.
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Procesión del viernes Santo en Fuenterrobles. Circa 1962 |
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