La escuela en Fuenterrobles durante la II Republica
Hoy,
14 de abril de 2021, en el noventa aniversario de la proclamación de la Segunda
República Española hago una entrada en reconocimiento a la gran labor educativa
que hizo en todos los pueblos y ciudades de España.
A
principios del siglo XX se inició la construcción de dos magníficas escuelas en
Fuenterrobles. Un gran edificio de tres
alturas que incluía casa para los maestros y cámara en la parte superior. Se
empezó la obra con gran entusiasmo pero los fondos disponibles se fueron
agotando. Se invirtieron 20.000 pesetas, lo que suponía un equivalente a 20.000
jornales del campo que habían bajado de cinco reales diarios a cuatro. Aquellos
jornales hoy valdrían 1.120.000 euros. Vivieron aquellos años momentos de crisis
porque el vino, principal fuente de ingresos se había depreciado y no venían
los compradores como en tiempos pasados. Un año, la bodega de don Jacinto
Pozuelo vertió toda la producción a la acequia del Moreral. Es quer se habían
reconstruido los viñedos franceses que en el siglo anterior fueron destruidos
por la filoxera.
El
ayuntamiento recurre a don Manuel Polo y Peyrolón que había sido catedrático en
la universidad de Valencia, diputado por el partido carlista en 1896 y senador
por el mismo partido desde 1907 hasta su muerte en 1918. De las gestiones del
señor Polo y Peyrolón tenemos noticias por el periódico vasco “El correo
español” que el 9 de febrero del año 1909, en la página 2 publica la siguiente
noticia:
”El señor Polo y Peyrolón
“Nuestro querido amigo y senador carlista dicho, se
ha visto honrado con un mensaje de gratitud y de felicitación que le dirige el
Ayuntamiento, la Junta municipal de primera enseñanza, los mayores
contribuyentes y los vecinos todos de Fuenterrobles, representados por 240
firmantes, por sus gestiones, tanto parlamentarias como privadas, para logar
del señor Ministro de Instrucción Pública una subvención que les permita
terminar el gran edificio de las escuelas, en el que, sin auxilio de nadie,
Fuenterrobles lleva ya gastados 20.000 pesetas, y el entusiasmo por el señor
Polo en aquella villa es tan grande que el Ayuntamiento ha acordado pone el nombre de Polo y Peyrolón a la calle donde
el edificio se levante”.
El
edificio, que no tiene ni una milimétrica grieta ya que fue construido como lo
romanos construían hace más de 2000 años los puentes y acueductos sobre ríos bravos, es hoy la sede del Ayuntamiento.
La
población fue en aumento y en pocos años quedó pequeño para el número de
alumnos. Hemos visto fotografías de doña Rosita Toledo y don Idelfonso Martínez
con ochenta alumnos por aula. Era necesario que el gobierno dotara como mínimo
dos aulas. Pero la monarquía nunca mostró interés alguno por la educación del
pueblo español.
Pero
con el advenimiento de la II Republica la situación escolar dio un cambio
radical. El Gobierno Provisional que se formó el 14 de abril de 1931 consideró
de urgencia la construcción de escuelas de enseñanza primaria. Marcelino
Domingo Ministro de Instrucción y Rodolfo Llopis, Director General de Enseñanza
Primaria, se volcaron en la educación del pueblo español tan abandonada por los
gobiernos de los Borbones.
Haría
la Segunda República Española el mayor esfuerzo que nación alguna ha hecho en
cualquier tiempo para dotar al pueblo de los medios necesarios, en edificios,
mobiliario y maestros, para que se pudiera recibir una digna educación
primaria. Este gran esfuerzo queda de manifiesto al comparar las construcciones
escolares de la Monarquía y la República:
“De 1909 a 1931 el estado había construido 11.128
escuelas, es decir, unas 500 anuales. En los diez primeros meses, la República
había edificado 7.000 escuelas, o sea, un promedio diez veces más rápido que el
de la Monarquía”. Así lo hemos leído
en “La República Española y la guerra
civil” de Gabriel Jackson.
El
14 de diciembre de 1935 se recibe la comunicación de haberse creado dos nuevas
escuelas con la dotación de material y mobiliario correspondiente.
La
preocupación de la República por la educación e instrucción no sólo se manifestó en la creación de nuevas
escuelas, sino que además crearon el Patronato de Misiones Pedagógicas.
Cada
Misión estaba integrada por un grupo de hombre y mujeres que se desplazaban a
los pueblos para realizar numerosas actividades culturales. En el decreto de
creación se puede leer:
“Se trata de llevar a las gentes, con preferencia a
los que habitan en localidades rurales, el aliento del progreso y los medios de
participar en él, en sus estímulos morales y en los ejemplos del avance
universal, de modo que todos los pueblos de España, aun los más apartados,
participen en las ventajas y goces nobles reservados hoy a los centros urbanos.”
Una
de estas misiones se estableció en Jaraguas y desde allí se irradió a
Fuenterrobles, Venta del Moro y sus aldeas de Las Monjas y Casas de Pradas y
también a la aldea requenense de Casas del Río. La Misión se desarrolló entre
el 28 de abri y el 6 de mayo de 1933. Se
pronunciaron conferencias sobre derechos y deberes ciudadanos, se recitaron
escogidos versos de los poetas castellanos, se hicieron audiciones musicales con
gramófono y se proyectaron 10 documentales en Fuenterrobles; en Jaraguas 18; en
las Monjas 11; en las Casas de Pradas 9; en las Casas del Río 15 y en Venta del
Moro 9. En algunos lugares desconocían las proyecciones cinematográficas.
También
crearon bibliotecas escolares en Campo Arcís, Camporrobles, Casas de Pradas,
Casas de Utiel Casas del Río, Casas de Eufemia, Cuevas de Utiel Fuenterrobles,
Jaraguas, Requena, Sinarcas, Utiel y Venta del Moro. Eran unas bibliotecas que
estaban abiertas a todos los vecinos que al finalizar las faenas agrícolas
podían acudir a las salas de lectura o bien llevarse en régimen de préstamo el
libro a casa.
De
los cien volúmenes que dejaron en Fuenterrobles se ha podido recuperar
solamente uno. De lo que sucedió con la educación en Fuenterrobles a partir del
primero de abril de 1939 hablaremos en otra ocasión. Salud y República.
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