Estando próximo el día se san Juan, vamos a recordar algunas antiguas tradiciones que ya forman parte del patrimonio cultural perdido.
Empezamos con la verbena de san Juan que alrededor de un acordeón congregaba a todo el pueblo en la glorieta. Hace siglos di en esta verbena mis primeros pasos de baile.
Hacia media noche se iba a los manantiales de los alrededores del pueblo a lavarse la cara, lo cual daba protección.Hoy estos manantiales que se llamaban encaños están secos.
También se recogía una rama de noguera que se colocaba en el comedor sujeta al clavo del calendario. Protegía la casa.
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Ramo de noguera en el comedor |
Hace algunos años, en la Puerta del Capitán, un señor ya jubilado que había sido taxista (ahora no recuerdo el nombre) llevaba un ramo de una planta llamada cuchara del pastor y me comentó que colocando el ramo en un lugar visible de la casa, que no tuvieras que ir a propósito a mirarlo, evitaba y hasta curaba las almorranas. Sólo con verlo todos los días. Previamente tenía localizaba la planta en el campo y la mañana de san Juan, antes de la salida del sol recogía el ramo.
Y otra tradición que se perdió poco antes de la guerra civil era pasar la noche de san Juan cavando las oliveras porque el frescor que emanaba de la tierra favorecía el cuaje de la tramilla (flor de la olivera). Así lo hacía mi abuelo Mercedes en un olivar que tenía en "la Pedriza". Siempre se ha dicho que "pa san Juan cuaja la aceituna y la miel y los amores que se quieren bien".
Hace cuatro o cinco años, madrugué y cavé una olivera en mi olivar de "las Canteruelas". Fue impresionante, era una olivera envejecida, como las otras, y aquel año le recogí 87 kilos, cuando el promedio de las de las demás oliveras fue de veinte kilos.
Antes de empezar a clarear la mañana subí a lo alto de la Talayuela (Atalaya del Sabinar), donde esta el mojón del vértice geodésico, allí esperé la salida del sol. Impresionante, porque es un espectáculo ver la salida del sol el día de san Juan ya que sale bailando.
En recuerdo de mi abuelo que pasaba la noche de san Juan en las oliveras , escribí esta poesía que esta recogida en la primera selección de poesía fuenterrobleñas "Al pie de la sierra de la Avicuerca":
El sol en los olivares
Con el hierro del abuelo
en la noche de san Juan
la vieja tierra acaricio
donde crece el olivar.
El levantino solano
que viene desde la mar
excita la savia nueva
rimando el buen tramar.
Se visten las tiernas flores
con el manto cristalino
que el relente va bordando
sobre los campos heridos.
Golpe a golpe, beso a beso,
los gasones sacan fuego
de los garfios retorcidos,
forjando tierno tempero.
Y al clarear la mañana
baila el sol por la Sierra
arcaicas jotas templadas
doblando las fuertes ramas.
Bajo el esplendor azul,
el sol y las oliveras
copulan en vieja danza.
Vuelvo a casa embriagado
-agua, aire, fuego luz-
queda alto a la espalda
el sol en los olivares
y la tramilla preñada.
Toda la tramilla de esta olivera cuajo una noche de san Juan |
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