sábado, 31 de octubre de 2020

El cociol. Parte segunda

 

2. La ropa blanca

 

2.1 ¿Qué es lo que comprende la ropa blanca?

Comprende el vestido interior, la ropa de cama, la del servicio de mesa, las cortinas, toallas paños de cocina, etc. (Guerra, 28)

2.2 ¿Qué cualidades debe tener la tela que se compra para ropa blanca?

No ha de ser muy suelta ni demasiado apretada, porque en el primer caso se ablanda y se deshace; y en el segundo se rompe a no tardar: hilo unido, cadena y trama igual, buenas orillas, y sobre todo, que la mucha baratura no engañe al comprador. (Guerra, 29)

2.3 ¿Qué debe tenerse respecto a la ropa blanca?

Que debe adquirirse de la mejor clase que nos sea posible y que solo se compra exclusivamente la necesaria. Porque resiste mejor las frecuentes operaciones de lavado y por tanto, su duración es mayor. (Ruiz, 19).

2.4 ¿Y el que no tenga medios para ello?

Suponiendo que tiene los suficientes para comprar ropa de clase inferior, debe disminuir la cantidad a la que sea de rigurosa necesidad y destinar el sobrante a mejorar la calidad (Ruiz, 19).

2.5 ¿Qué debe procurarse en esta parte la administración?

Que en cuanto sea posible no falte en casa la ropa blanca que sea necesaria, pero que no la haya en abundancia; que al comprar la tela se procure que sea de la mejor calidad posible; que no se olvide, en fin, vigilar mucho por su buen estado y conservación, manteniéndola siempre limpia, seca y bien guardada. (Guerra 28).

2.6 ¿Cómo debe calcular el ama de gobierno el surtido de ropa blanca?

Contando por regla general que la casa necesita tres veces la ropa blanca que ha de tener que usar en el espacio de un mes, de modo que pueda haber una tercera parte de reserva mientras la una está en servicio y la otra en el lavado. Si la situación lo permite, no hay inconveniente en que se tenga además un repuesto para casos extraordinarios como largas enfermedades, huéspedes, etc (Guerra, 29).

2.7 ¿De qué clase ha de ser la ropa interior’

De algodón o de hilo; para los ancianos o personas débiles se usan con bastante acierto camisetas y calzoncillos de lana o franela (Carretero, 117).

Sin embargo, otros autores rechazan totalmente la lana para la ropa interior:

Las telas de hilo y las de algodón convienen para ropas interiores, porque estimulan suavemente la piel; las de lana irritan la piel y solamente en casos muy especiales de enfriamiento pueden aplicarse directamente sobre ella.

El uso de ropas de lana sobre la piel ocasiona la enfermedad repugnante de la lepra (Calleja, 36)

2.8 ¿Cómo deben ser los vestidos de dormir?

Deben ser muy amplios, porque en ninguna ocasión conviene a la salud, y mucho menos durante las horas de sueño, que se detenga la circulación sanguínea y la expulsión de las secreciones eliminadas por la piel (Calleja, 36).

2.9 ¿Cuándo deben cambiarse las ropas interiores?

Deben cambiarse con mucha frecuencia; en invierno pueden usarse las mismas ropas hasta siete días; pero en verano deben mudarse todos los días, y en ocasiones, varias veces al día (Calleja, 37).

2.10 ¿Qué ropa precisa una cama?

Un jergón de terliz lleno de hojas de maíz o de paja larga de trigo o centeno; dos colchones de mejor tela que la del jergón llenos de lana; dos sábanas, dos mantas, dos almohadas con sus fundas y una colcha. De repuesto ya sea para la limpieza o ya para una enfermedad, ¿ qué ropa ha de tenerse?  Por lo menos cuatro sábanas, cuatro fundas de almohadas y una colcha por cama (Carretero, 117).

En Fuenterrobles el jergón se llamaba almárrega y se rellenaba con la corfa de las cebollas de azafrán.

2.11 ¿Cómo han de ser las sábanas y las fundas de almohadas?

De hilo o de algodón; las de hilo son más resistentes y más a propósito para enfermedades, pero algo más caras; las de algodón son más baratas, más suaves y calientes en invierno (Carretero, 117).

¿Qué constituye la ropa de mesa?

Los manteles y las servilletas; de los primeros han falta por lo menos tres y de las segundas también tres; pero por individuo. (Carretero, 118).

2.12 Necesidad de cuidarla ropa.

Toda la ropa es menester cuidarla, y en este cuidado entra la limpieza, la conservación adecuada, y el arreglo de los deterioros…

La ropa interior, la que está tocando a nuestro cuerpo, es la que más veces se ensucia, la que se renueva con más frecuencia y la que exige más cuidados y operaciones en una casa bien gobernada (Ascarza, 46)

2.13 ¿Cómo se utiliza la ropa blanca que se va gastando?

Las sábanas, descosiendo los paños y volviendo lo de fuera para dentro; cuando esto no pueda hacerse se aprovechan los trozos buenos para camisitas de niño, para trapos de heridas, si son de hilo, y para hacer hilas, que tan buenos servicios prestan en enfermedades. Los delantales se vuelven lo de adentro para fuera, o lo de arriba para abajo, y si estuvieran muy gastados, se unen los trozos buenos para hacer rodillas o trapos de limpieza y cocina (Carretero 120).

Los trapos de limpieza se llamaban marregones y en el diccionario comarcal de Feliciano Yeves almarregones.

2.14 Conveniente sería que en los colegios de niñas adquieran estas nociones primeras de corte de ropa blanca, y además ideas generales acerca del lavado, planchado repaso de prendas de uso frecuente (Calleja ,69).



                                  Clase de costura era la actividad escolar de todas las tardes

         Ilustración de una escuela niñas. Tomado del libro HIGIENE de Antonio Carretero. 1896

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