De la quema de cosechas
En los años finales del siglo XIX y principios del XX, en las
luchas de clases entre los jornaleros anarquistas y los labradores
terratenientes, se llegaron a quemar cosechas. Y no estamos pensando en las
supuestas quemas de la sociedad secreta llamada “la mano negra”,* sociedad que
algunos historiadores cuestionan y otros directamente hablan de montaje.
Lo cierto, es que en el país se llegaron a quemar cosechas.
En Fuenterrobles, según testimonios orales de total fiabilidad, a principios
del siglo XX, ardieron unos tresnales. Aunque no los encuadramos en las luchas
de clases, sino como un episodio de venganza personal.
Nos contaron que el rebaño de uno de los grandes
labradores-ganaderos causó ciertos daños en el pequeño majuelo que un jornalero
había plantado “a medias”. El labrador, también concejal, con el apoyo de las autoridades que
miraron a otro lado, no se hizo cargo de los perjuicios que ocasionaron sus
animales. Y se decía que aquel pobre hombre algo tenía que ver con el fuego, pero
nunca se llegó a descubrir la causa.
Por otra parte, al repasar la prensa histórica hemos podido
leer en La correspondencia de Valencia del día
16 de enero de 1907 la siguiente noticia: “Anoche manos criminales
incendiaron las mieses que estaban almacenadas en un edificio de Fuenterrobles,
propiedad de Celedonio Pérez Pérez*. El depósito quedó reducido a cenizas. Se
ignora quienes sean los autores del siniestro ni la causa que les indujo a
realizarlo”.
Se trataba de un pajar donde estaban almacenados los haces
que no habían sido trillados para que tanto la paja como las espigas, sirviesen
de pienso al rebaño durante los temporales invernales de lluvia y nieve, cuando
por blandeo los animales no pueden salir a pastar al campo.
El fuego continúa. A los treinta y dos meses de este suceso,
un nuevo fuego se desata en otra propiedad de Celedonio. Lo hemos leído en Las
provincias de Valencia del día 10 de agosto de 1909: “En una propiedad del
vecino de Fuenterrobles Celedonio Pérez Pérez se declaró un incendio. Quedaron
reducidas a cenizas las mieses que había depositadas. Las pérdidas ascienden a
500 pesetas”.
Nota:
Celedonio Pérez Pérez era
uno de los grandes labradores de Fuenterrobles. En el Anuario del comercio, de
la industria, de la magistratura y de la administración de los años 1883 y 1904
y en el Anuario Batllés de la región valenciana del año 1914 figura entre los
principales productores de granos, de aceite y de vino. También era dueño de
una bodega y de un rebaño.
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