jueves, 22 de julio de 2021

Muerte accidental de un labrador de Fuenterrobles

 

MUERTE ACCIDENTAL DE UN LABRADOR





                             Arado de par utilizado en Fuenterrobles


En el último tercio del siglo XIX y primero del XX el sector primario predominaba en el pueblo. Había varias clases de campesinos:

En primer lugar, los jornaleros sin nada de tierra que trabajan no más de 242 días al año. En  1912 cobran siete u ocho reales por jornada laboral según época o clases de trabajos.

En segundo lugar, los jornaleros con una pequeña propiedad. Carecen de los medios básicos de producción: carro, mula y arados. Unos han llegado a esta condición por la partición de la mediana propiedad familiar al fallecer los progenitores. Otros habían sido pequeños labradores (propietarios) pero adversas circunstancias de la vida como una enfermedad, desfavorables condiciones climáticas o la muerte de la caballería significaba la perdida de la condición de labrador. Pasaban de propietarios a pobres vergonzantes (familias venidas a menos).

En tercer lugar, pequeños labradores que cuentan con los medios básicos de producción citados anteriormente pero que no pueden vivir de lo suyo y cuando terminan las faenas propias se emplean para trabajar las tierras de los jornaleros con algo de propiedad. Hombre, macho y carro o arado ganan el equivalente a una fanega de cebada.

En cuarto lugar, medianos propietarios que con gran esfuerzo y dedicación viven de lo propio con no mucha holgura. Tienen cierto status social y hacen gala de codearse con los grandes propietarios, algunos de los cuales les ceden sus peores tierras para que las cultiven en aparcería.

Estos medianos labradores tienen un importante anhelo, poseer una era de pan trillar. Es tan apreciada esta construcción que a la muerte del labrador la era quedará indivisa para que puedan utilizarlas todos los hijos. Para comprender su valor veamos algunos datos:

Año 1893. Una era de pan trillar con un pajar en la partida Eras de Arriba valorada en 250. Indivisa entre cuatro hermanos. Tres almudes y tres celemines de tierra de sembradura en el Puntal de barrenas valorado en 87,50 pesetas; 160 vides en del Calvario viejo valoradas en 127,50 pesetas.

Año 1903, una era es valorada en 120 pesetas;

Año 1912, una era 100 pesetas; un almud de sembradura trigal a la manera del país 125 pesetas; 324 vides en la loma del cubillo 172 pesetas; 250 cepas en la loma de la roya 63 pesetas.

Uno de estos labradores que progresaba con la ayuda de un hijo de 15 años y grandes esfuerzos y trabajos empezó la construcción de una era que tuvo un trágico final. Así lo hemos leído en la prensa histórica.

 

Diario oficial de avisos, 15 de abril de 1888

Valencia.- Dice un periódico de dicha localidad, que días pasados en un pequeño desmonte cercano al pueblo de Fuenterrobles, se hallaba extrayendo tierra el vecino de aquella población  Marcos Torres y un hijo de quince años de edad.

Cuando el primero de estos estaba llenando el capazo de tierra para transportarlo a una era suya, se desplomó una enorme masa de tierra y piedra, quedando sepultado el infeliz padre.

Como el sitio de referencia propiedad del viticultor Don Constancio Amat, se encuentra casi en las puertas del pueblo, prontamente acudieron numerosos vecinos a salvar a aquel desgraciado, el cual ya era cadáver cuando lograron extraerle del fondo de aquel montón de tierra.

Esta desgracia tan sensible ha entristecido extraordinariamente a los habitantes de Fuenterrobles, los cuales estimaban mucho al malogrado Marcos Torres por sus bellas prendas de carácter y honradez.

Deja en el mayor desconsuelo a su viuda y a cuatro hijos, el menor de tres años.

Que Dios le haya acogido en su seno.

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