MUERTE ACCIDENTAL DE UN
LABRADOR
Arado de par utilizado en Fuenterrobles
En el último tercio del
siglo XIX y primero del XX el sector primario predominaba en el pueblo. Había
varias clases de campesinos:
En primer lugar, los
jornaleros sin nada de tierra que trabajan no más de 242 días al año. En 1912 cobran siete u ocho reales por jornada laboral según época o clases de trabajos.
En segundo lugar, los
jornaleros con una pequeña propiedad. Carecen de los medios básicos de
producción: carro, mula y arados. Unos han llegado a esta condición por la
partición de la mediana propiedad familiar al fallecer los progenitores. Otros
habían sido pequeños labradores (propietarios) pero adversas circunstancias de
la vida como una enfermedad, desfavorables condiciones climáticas o la muerte
de la caballería significaba la perdida de la condición de labrador. Pasaban de
propietarios a pobres vergonzantes (familias venidas a menos).
En tercer lugar, pequeños
labradores que cuentan con los medios básicos de producción citados
anteriormente pero que no pueden vivir de lo suyo y cuando terminan las faenas
propias se emplean para trabajar las tierras de los jornaleros con algo de
propiedad. Hombre, macho y carro o arado ganan el equivalente a una fanega de
cebada.
En cuarto lugar, medianos
propietarios que con gran esfuerzo y dedicación viven de lo propio con no mucha
holgura. Tienen cierto status social y hacen gala de codearse con los grandes
propietarios, algunos de los cuales les ceden sus peores tierras para que las
cultiven en aparcería.
Estos medianos labradores
tienen un importante anhelo, poseer una era de pan trillar. Es tan apreciada
esta construcción que a la muerte del labrador la era quedará indivisa para que
puedan utilizarlas todos los hijos. Para comprender su valor veamos algunos
datos:
Año 1893. Una era de pan trillar con un pajar en la partida Eras de Arriba valorada en 250. Indivisa entre cuatro hermanos. Tres almudes y tres celemines de tierra de sembradura en el Puntal de barrenas valorado en 87,50 pesetas; 160 vides en del Calvario viejo valoradas en 127,50 pesetas.
Año 1903, una era es
valorada en 120 pesetas;
Año 1912, una era 100
pesetas; un almud de sembradura trigal a la manera del país 125 pesetas; 324
vides en la loma del cubillo 172 pesetas; 250 cepas en la loma de la roya 63
pesetas.
Uno de estos labradores que
progresaba con la ayuda de un hijo de 15 años y grandes esfuerzos y trabajos
empezó la construcción de una era que tuvo un trágico final. Así lo hemos leído
en la prensa histórica.
Diario oficial de avisos, 15
de abril de 1888
Valencia.- Dice un periódico
de dicha localidad, que días pasados en un pequeño desmonte cercano al pueblo
de Fuenterrobles, se hallaba extrayendo tierra el vecino de aquella población Marcos Torres y un hijo de quince años de
edad.
Cuando el primero de estos
estaba llenando el capazo de tierra para transportarlo a una era suya, se
desplomó una enorme masa de tierra y piedra, quedando sepultado el infeliz
padre.
Como el sitio de referencia
propiedad del viticultor Don Constancio Amat, se encuentra casi en las puertas
del pueblo, prontamente acudieron numerosos vecinos a salvar a aquel
desgraciado, el cual ya era cadáver cuando lograron extraerle del fondo de
aquel montón de tierra.
Esta desgracia tan sensible
ha entristecido extraordinariamente a los habitantes de Fuenterrobles, los
cuales estimaban mucho al malogrado Marcos Torres por sus bellas prendas de
carácter y honradez.
Deja en el mayor desconsuelo
a su viuda y a cuatro hijos, el menor de tres años.
Que Dios le haya acogido en
su seno.
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