viernes, 31 de julio de 2020

La Saleri

No se puede entender Fuenterrobles sin la camioneta "La Saleri" que nos comunicaba con Utiel y nos llevaba de excursión

El coche de la "Saleri"
dice todo el vecindario
que es de hojalata y cacharro.
Si le pones la primera, 
recula pa las portás;
si aceleras, se detiene;
si tocas freno, le metes gas.
El coche de la "Saleri"
Pepe y Juanito lo saben llevar
que si no eres ingeniero
no lo puedes manejar.

El coche de la Saleri. Circa 1945

viernes, 24 de julio de 2020

Del voto de Santiago

Tributo que los labradores fuenterrobleños ( y del Reino de Castilla) pagaban a la catedral de Santiago de Compostela. Está explicado en las Respuestas Generales del Catastro del Marqués de la Ensenada (1751) en la reflexión a la pregunta número 15:

“Y que además de los derechos que se pagan  y llevan mencionados en la pregunta 15 se paga también anualmente el Voto del Señor Santiago que son tres celemines de la mejor semilla que se coge  por cada par de arada.”
Este voto tiene su origen en la inexistente Batalla de Clavijo que por ser una de las más bellas leyendas de la Historia mágica de España resumimos:

A la muerte del rey don Alfonso el Casto le sucedió en el trono su sobrino Ramiro I. Considerando el emir de los Omeyas Abderramán II que el joven e inexperto rey le tendría miedo por el poder tan grande de los moros, le daría lo que demandase por razón de que no diera guerra y le dejase en paz. Y así le pidió 100 doncellas vírgenes anualmente.

Ante esta demanda, el rey don Ramiro sacó su ejército por tierras de infieles quemando villas, castillos y destruyendo cuanto hallaba y matando los moros que podía. El emir reunió  un poderoso ejército que sorprendió y derrotó a las tropas cristianas en Alberda (cerca de Logroño). El ejército de don Ramiro, en retirada, se guareció en un otero que llamaban Clavijo y fue cercado al caer la noche por las tropas sarracenas.



Retrato moral del rey Ramiro I tomado de la historia de España de Salcedo

Cuando el rey se retiró a descansar quedó adormecido y se le apareció el Apóstol Santiago y le dijo que Nuestro Señor Jesucristo le envió a él sólo a España para que la guardarse y amparase de los enemigos de la fe. Él le ayudaría en la batalla y para que no dudara le vería con un corcel blanco, con una bandera blanca y blandiendo reluciente espada. Antes de la batalla tendrían que confesar y oír misa, invocando “Dios ayuda a Santiago”.

Despertó el rey y mando llamar a los obispos y abades y principales caballeros de su hueste contándoles la visión. Dieron gracias a Dios y alabando su nombre hicieron lo que les fue mandado por el Apóstol.
Cuando los cristianos vieron al Apóstol en su caballo blanco con su ejército de ángeles principió la batalla y gritando “Dios ayuda a Santiago”, los moros fueron derrotados, muriendo setenta mil, además de numerosos prisioneros.

Terminada la batalla se reunió el rey con los obispos y abades y éste fue su acuerdo que está recogido en la Primera Crónica General:

“que de quantas yugadas ouiesse en tierra de cristianos, que diessen de cada una sennas medidas de pan como primicia a los clerigos que siruiessen a la eglesia de sant Yague; et otrossi del uino de cada moyo sennas medidas, et esto que fuese por siempre”

Sin embargo, ni el tributo de las cien doncellas ni la batalla de Clavijo existió en realidad,
“que no es posible aceptar la realidad histórica de la victoria de Ramiro I en Clavijo ni la del fabuloso” tributo de las cien doncellas”, ni tampoco la autenticidad del “privilegio de los votos a Santiago”, superchería amañada en el siglo XII por el clérigo Pedro Marcio…” (Gil del Río 1999:1159).

Este clérigo que sería cardenal en Santiago de  Compostela quiso extender la imagen de Santiago como un defensor de los cristianos y obtener beneficios económicos para su iglesia. En esta falsificación, el papel de la Orden de Cluny fue fundamental,

“… el monaquismo cluniacense captó la necesidad de involucrar al pueblo en un ideal de Cruzada inexistente en sus inicios. Y, ante la perspectiva de que muchos cristianos encontraran incluso más cómodo vivir en la España islámica, que era respetuosa con sus creencias se lanzó a buscar desesperadamente la intervención de algo sagrado que pudiera arrastrar a los remisos mediante la publicidad de un milagro guerrero…” (Atienza 2002:152).

Este cambio de Santiago Apóstol a Santiago Matamoros que se produce tras la legendaria batalla de Clavijo en el año 844 que sirvió para justificar los votos que los fieles pagarían en adelante al apóstol Santiago, ligó España al patronazgo de Santiago.


Trashoguero, también llamado fraile, de un casa de Fuenterrobles con la figura de Santiago Matamoros. Fotografía de Paco Arroyo

“En realidad, con el relato fantástico de la batalla de Clavijo se trataba de justificar los fabulosos derechos que se arrogaba la Iglesia apostólica a recaudar un sustancioso tributo nacional. Sin embargo, el establecimiento del Voto no tuvo efectos directos: no se pagó al principio, aunque sí comenzó a hacerse eficaz su cobro con los monarcas castellanos Alfonso XI y Pedro I. A partir del siglo XV esta renta se fue extendiendo…”   (García Tuza 2000: 26).

Los labradores que pagaban diezmos, pie de altar y otros impuestos se opusieron pero era tan grande el poder que tenía la Iglesia que impuso su demanda.

“Durante la Edad Moderna hubo una resistencia generalizada al pago de este tributo, y a mediados del siglo XVIII tal actitud se acrecentó, promovida por la iglesia de Granada, a la que secundaron todas las demás, ya que los campesinos consideraban que el Voto de Santiago  era un impuesto a pagar a la Iglesia además del diezmo con lo cual detraían de los diezmos generales la parte correspondiente a aquél.”  (Rodríguez y Castilla 2002: 154).

Víctor Manuel Galán Tendero, en un artículo que escribió (2017) en “Crónicas históricas de Requena” también recoge que en esta época numerosos concejos protestaron este Voto. Entre esas villas se encontraba Requena (Fuenterrobles era en este tiempo Granja y más tarde Aldea de Requena). La reclamación la llevó en su nombre ante la Chancillería de Granada Diego García de Miñana.

El voto se cumplió religiosamente hasta el año 1812, en que fue abolido por las liberales Cortes de Cádiz. Fue restaurado en 1936 como una ofrenda de carácter religioso al Santo Apóstol que figura como patrón de España.

La recaudación de la iglesia compostelana se contaba por millones de reales. Solo en Fuenterrobles, en el año 1751, se pagaban ocho fanegas y media del mejor trigo, cuyo importe ascendía a 165,5 reales o lo que es lo mismo a 48 jornales de campesino.
Antigua imagen de Santiago matamoros
en la Iglesia de Fuenterrobles. 


sábado, 18 de julio de 2020

Oficio antiguo: el carbonero

La elaboración de carbón vegetal fue hasta la segunda decena del siglo XX una actividad importante por el aspecto económico y por ser la principal causa de la deforestación del término municipal de Fuenterrobles. La toponimia nos ha dejado su testimonio: las Carboneras o la Casilla de los carboneros.

Sin embargo, donde más carboneras se hicieron fue en el polígono de la Dehesa del Toconar y sobre todo en el paraje de la Hoya de la Nave, propiedad del conde de Plegamans que pasaría al conde de Villamar por casamiento.

El pueblo no participó en las beneficios, pues los carboneros al servicio del conde eran familias foráneas especializadas en este menester. Pasaban toda la temporada estival en el campo, en barracozas construidas por ellos mismos, hasta que transformaban en carbón toda la leña que los jornaleros del pueblo habían preparado durante el invierno.

También pequeños labradores del pueblo, cuando finalizaban las labores de sus campos intervenían en el transporte. Hoy todas aquellas tierras son de cultivo quedando algunas manchas de carrascal en lomas enleradas y ribazos.

Labradores del pueblo también se dedicaron a esta actividad, principalmente en el polígono de la Herrada, en los parajes citados anteriormente, hasta que eliminaron de los campos las enormes carrascas. Solo dejaron una en el margen de cada parcela para servir de abrigo y sombra durante las horas de descanso.



Carrasca de las Canteruelas (Fuenterrobles) Foto de Paco Arroyo . 1997.
Ficha: A 1,30 m del suelo tiene de perímetro ·,3,40 m; de altura 13,40 m:
proyección E-W 20,40 m y de N-S 20 m.
Sabia costumbre de dejar para cobijo un ejemplar en el lindero. En esta puede sestear un rebaño de 500 ovejas.

Los labradores no organizaban la carbonera, que era un trabajo muy especializado y solo cuatro o cinco vecinos del pueblo eran capaces de hacer carbón. El labrador-propietario estaba a las órdenes del carbonero.

Lo más corriente era que el labrador vendiese las carrascas a empresarios "valencianos" que traían su cuadrilla de carboneros del " Reino", principalmente de la comarca de Liria. Hacia 1890, la tía Paca vendió cien carrascas de diverso tamaño por 500 pesetas y en 1901, me contaba un pequeño labrador que necesitaba dinero para comprar aceite para la "fritá"  y vendió una carrasca de gran tamaño por 15 pesetas.

Las carboneras tenían forma de semiesfera, variando el diámetro de la base según la cantidad de leña desde cuatro metros como mínimo por una altura de dos o tres metros.

En el centro se dejaba un hueco que actuaba como chimenea y a su alrededor se colocaban los troncos en vertical, con una ligera inclinación hacia el centro. Primeramente los más gruesos que correspondían a la caña del árbol con una longitud aproximadamente de un metro y divididos en rajas., luego los cimales y por último las ramas mas delgadas. Se colocaban dos capas de troncos igualados al mismo nivel. Esta operación era muy delicada, pues de no hacerse correctamente la carbonera podría "venirse abajo" . Por último se cubría con el ramaje menudo y se tapaba con tierra para evitar la entrada de aire.

La carbonera se encendía por la boca de la chimenea dejando caer aliagas encendidas que prendían leña menuda y seca que previamente se había depositado en la base de la chimenea. Encendida la carbonera había que vigilarla constantemente durante cuatro o cinco días. Si se apagaba, la leña quedaba cruda y había que recomponerla otra vez. Peor era si le entraba aire de manera descontrolada y avivaba la combustión reduciendo la leña a ceniza. 

Una vez concluido el proceso se dejaba enfriar durante varios días y se transportaba el carbón, algunas veces directamente a Valencia, tardando más de dos días de viaje en carro. Así lo hacía el tío Marcelino que tenía una pequeña abacería y a la vuelta traía género para la tienda.

La última carbonera que se hizo en Fuenterrobles fue en el paraje de La Casa Nueva al poco de finalizar la guerra. Pero en este caso no se cortaron carrascas, sino que se hizo con las cepas y raíces de las carrascas que se cortaron en las tierras del reparto que fueron expropiadas a los hacendados absentistas.




Vista de una carbonera en la Tejera Negra (Guadalajara). Foto de Paco Arroyo .2016



domingo, 12 de julio de 2020

De como curaban las rozaduras y otras heridas a las mulas

De cómo curan las rozaduras de los machos y mulas de labor

        En las labores de labranza y acarreo, al ser el desplazamiento rectilíneo, los tiros que uncen la caballería al arado o al carro no causan rozaduras a los animales. Si acaso, en la cruz puede aparecer alguna herida si la entremanta, la collera y el horcate no están bien ensamblados.


Pinillo. Foto Paco Arroyo 2015

Esta planta me la enseñó uno de los mejores labradores de Fuenterrobles: Juan Latorre (a) Juanito Mata y me explicó en que lugares se cría.

No sucede lo mismo en las labores de la trilla en las eras. Al ser el desplazamiento circular, uno de los tiros, el exterior, que unce la caballería a la trilla de pedernal o al trillo de discos metálicos, produce rozaduras en el lateral del animal.

        Para curar estas erosiones se cocía una planta llamada pinillo y se aplicaban paños calientes sobre la herida.

        Aunque existen otras plantan que cicatrizan las heridas como el rabogato , de probada eficacia, muchos labradores consideraban que el pinillo es la primera y principal de todas las plantas vulnerarias. Era el pinillo una planta muy estimada por los labradores.

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Nota: Desconocemos si la niña María se recuperó de las heridas que le produjo la coz de una mula nerviosa. Pero sabemos que sus padres se llamaban Marcelino Flores Palomares y Fabiana Carrión Palomares. Tenían otra hija que en el año del suceso tenía 11 años y se  llamaba Senadora Flores Carrión. Vivían en la calle Hernán Cortés número 4. Debe quedar familia en el pueblo. Sería una alegría enorme saber que la niña María se recuperó.

Francisco Arroyo  

miércoles, 8 de julio de 2020

Abundia: la diosa de la prosperidad en Fuenterrobles







Me ha parecido a propósito empezar explicando qué es el fraile y el hogar.
En el diccionario del lenguaje histórico y del habla popular y vulgar fe la comarca de Requena-Utiel  del señor Feliciano Yeves se dice:


      "Vulgarmente fraile se llamaba al frontis o trashoguero de la chimenea en el hogar campesina",



Se trata de una plancha de hierro de fundición con alguna figura en relieve que puede ser algún animal (Hipocampo), un personaje (Napoleón, este fraile hoy en paradero desconocido),un santo (Santiago en su advocación de matamoros) o motivos florales. Estos son los frailes que he visto en Fuenterrobles y que servían para proteger la parte frontal del hogar.



Aunque la palabra hogar tiene como acepción principal el lugar donde una familia convive, es decir, algo más importante que una simple casa, aquí entendemos por hogar el lugar donde se hace el fuego que ha de servir para cocinar, calentarse la familia y compartir las historias familiares en los fríos días de invierno antes de la televisión.


Numerosos hogares de Fuenterrobles tenían su fraile, muchos de ellos han sido malvendidos, otros ocultos tras reformas y también algunos han sufrido los efectos devastadores de la purpurina, aunque estos son daños reversibles.

Al volver al pueblo, tras la primera fase de la pandemia, como saben que tanto me gustan las cosas de Fuenterrobles, me llamaron para enseñarme una chimenea-barbacoa a la que habían colocado un fraile antiguo.

En verdad que me quedé extasiado contemplando aquel magnífico fraile. Se trataba de Abundia, la diosa de la prosperidad.

En la mitología griega, la diosa de la fortuna era Tiqué. El poeta Hesiodo la presenta como hija de Océano y Tetis. En otra parte, se dice que el padre era Zeus, el cual rompió accidentalmente un cuerno de la divina cabra Amalteca y para consolarla determinó  que a partir de aquel momento el cuerno desbordaría todas las cosas buenas como podrían ser monedas áureas o productos de las cosechas de los campos.

En la mitología romana, la diosa de la prosperidad o de la fortuna era Abundia (del latín abundantia). Los romanos la consideraban hija de Hércules, que sería el que rompió el cuerno a otra divinidad. Es la misma historia.

Iconografía del fraile de Fuenterrobles.

Enmarcada en una cenefa aparece Abundia, la diosa de la prosperidad, representada por una hermosa mujer con los pechos descubiertos. En la mano izquierda muestra un racimo de bobal, (inconfundible por la forma) y con la derecha sujeta la cornucopia (también el cornucopia) que es el cuerno de la abundancia del que salen grandes racimos de bobal.

Tiene las pies con alas, el izquierdo al aire y el derecho sobre la rueda de la fortuna. Estos pies alados representan la movilidad de la fortuna o prosperidad. No es estática, siempre en movimiento por todas las poblaciones.

La rueda de la fortuna también es alada, simbolizando, por una parte,  la inestabilidad y por otra el azar. Sabemos muy bien que la prosperidad o fortuna es quebradiza y también algunos se preguntan cómo el azar ha favorecido a ciertas personas de escasos o nulos valores, morales, humanitarios o sociales. La explicación es bien sencilla: Abundia, la diosa que administraba el destino de los hombres (el tatum), es ciega.

Muchas son las curiosidades que encierran las viejas casas de Fuenterrobles, y sobretodo las antiguas arcas que todavía se encuentran en cámaras y desvanes.

(Para Ángel y Consuelo)






La nueva chimenea con el viejo fraile




jueves, 2 de julio de 2020

La maza

En la década de 1940 surgieron en Fuenterrobles varias peñas de mozos . La alegría era desbordante, los más jóvenes porque no irían a la guerra y los otros porque habían vuelto de la contienda. La peñas más nombradas eran la cazalla y la maza. Ambas rivalizaban por ver quién quitaba más alabegas (albahaca  o alfàbega) de los balcones de las mozas, pero de ésto hablaremos en otra ocasión.
La maza no era de madera de carrasca para picar esparto, sino de hojalata que la hizo el herrero Honorato y siempre rellenada de cazalla que era la bebida propia de aquellos años.
Cuando se juntaban no hacían otra cosa que vacilar a las mozas y ellas les dedicaron una poesía que me recitó el 16 de agosto de 2010 Juan Latorre (a) Juanito Mata cuando ya contaba 91 años de edad en la Puerta del Capitán.
Juan Latorre aparece en la poesía como Isidro el Chulapón, porque los nombres están cambiados. Cuando me iba a hacer la traducción lo llamaron para asuntos personales y ya no tuve oportunidad de que me contara quienes eran. Lo que sí me dijo cuando se iba era que cuajaron dos parejas. Allá va:

LA MAZA

Sin saber lo que pensaron
nueve mozos se juntaron
si no recordamos mal
y de las nueve cabezas
salió con mucha destreza
una peña sin igual.
Al poco que la formaron
todos ellos acordaron
a nosotras combatir
y de rersultas de aquello
salio LA MAZA sin cuello,
sin empuje y sin ardid.
Somos todas invencibles, 
a la vez incorregibles
como no puede ser más;
ni LA MAZA nos cuece
ni LA CAZALLA nos tuerce
ni nos doblaran jamás.
Nuestro más ferviente anhelo
que nos produce un desvelo
se lo vamos a decir:
es pedirle a San Antonio
que nos salga pronto novio
que el asunto del casorio
se pone mal por aquí.
Brillantina se derrite 
por los huesos y el calitre
de Isidro el Chulapón
y por cosas de Silvino
la del bar es tipo fino. 
Colonia con Fijador
 y Encarna tienen un Paquillo
más dócil que un monaguillo
cuando las saca a bailar
Y Santiago a la Carmela
le dice que está canela
y la quiere conquistar.
Consuelo siente un consuelo
más dulce que un caramelo
cuando le habla Rafael;
Biter está por la Amparo
como Antonio a la Isabel
y Félix y Zacarías
dijeron el otro día
que se iban a declarar,
no sabemos con certeza 
si a un barril de cerveza
o a un barril de coñac.
Y con esto se despiden 
las de quince a veinte abriles
de este pueblo coquetón
para decirle a LA MAZA 
que son cinco calabazas,
tres pepinos y un melón.

Mozas que aparecen:

Brillantina:
Colonia:
Fijador:
la del bar:
Encarna:
Consuelo:
Carmela:
Isabel:
Amparo:

Mozos de la Maza:

Silvino:
Isidro :     Juan Latorre      
Paquillo:   Emiliano Alemán
Santiago:
Rafael:
Biter:
Antonio:
Félix:
Zacarías:

Como no tenemos fotografías de la Maza, aunque "haberlas, haylas" para ilustrar la entrada pongo una de la Cazalla.



La Cazalla. Circa 1945