2. La ropa blanca
2.1 ¿Qué es lo que comprende la ropa blanca?
Comprende
el vestido interior, la ropa de cama, la del servicio de mesa, las cortinas,
toallas paños de cocina, etc. (Guerra, 28)
2.2 ¿Qué cualidades debe
tener la tela que se compra para ropa blanca?
No
ha de ser muy suelta ni demasiado apretada, porque en el primer caso se ablanda
y se deshace; y en el segundo se rompe a no tardar: hilo unido, cadena y trama
igual, buenas orillas, y sobre todo, que la mucha baratura no engañe al
comprador. (Guerra, 29)
2.3 ¿Qué debe tenerse
respecto a la ropa blanca?
Que
debe adquirirse de la mejor clase que nos sea posible y que solo se compra
exclusivamente la necesaria. Porque resiste mejor las frecuentes operaciones de
lavado y por tanto, su duración es mayor. (Ruiz, 19).
2.4 ¿Y el que no tenga
medios para ello?
Suponiendo
que tiene los suficientes para comprar ropa de clase inferior, debe disminuir
la cantidad a la que sea de rigurosa necesidad y destinar el sobrante a mejorar
la calidad (Ruiz, 19).
2.5 ¿Qué debe procurarse en
esta parte la administración?
Que
en cuanto sea posible no falte en casa la ropa blanca que sea necesaria, pero
que no la haya en abundancia; que al comprar la tela se procure que sea de la
mejor calidad posible; que no se olvide, en fin, vigilar mucho por su buen
estado y conservación, manteniéndola siempre limpia, seca y bien guardada.
(Guerra 28).
2.6 ¿Cómo debe calcular el
ama de gobierno el surtido de ropa blanca?
Contando
por regla general que la casa necesita tres veces la ropa blanca que ha de
tener que usar en el espacio de un mes, de modo que pueda haber una tercera
parte de reserva mientras la una está en servicio y la otra en el lavado. Si la
situación lo permite, no hay inconveniente en que se tenga además un repuesto
para casos extraordinarios como largas enfermedades, huéspedes, etc
(Guerra, 29).
2.7 ¿De qué clase ha de ser
la ropa interior’
De
algodón o de hilo; para los ancianos o personas débiles se usan con bastante
acierto camisetas y calzoncillos de lana o franela (Carretero,
117).
Sin embargo, otros autores
rechazan totalmente la lana para la ropa interior:
Las
telas de hilo y las de algodón convienen para ropas interiores, porque estimulan
suavemente la piel; las de lana irritan la piel y solamente en casos muy
especiales de enfriamiento pueden aplicarse directamente sobre ella.
El
uso de ropas de lana sobre la piel ocasiona la enfermedad repugnante de la lepra
(Calleja, 36)
2.8 ¿Cómo deben ser los
vestidos de dormir?
Deben
ser muy amplios, porque en ninguna ocasión conviene a la salud, y mucho menos
durante las horas de sueño, que se detenga la circulación sanguínea y la
expulsión de las secreciones eliminadas por la piel
(Calleja, 36).
2.9 ¿Cuándo deben cambiarse
las ropas interiores?
Deben
cambiarse con mucha frecuencia; en invierno pueden usarse las mismas ropas
hasta siete días; pero en verano deben mudarse todos los días, y en ocasiones,
varias veces al día (Calleja, 37).
2.10 ¿Qué ropa precisa una
cama?
Un
jergón de terliz lleno de hojas de maíz o de paja larga de trigo o centeno; dos
colchones de mejor tela que la del jergón llenos de lana; dos sábanas, dos
mantas, dos almohadas con sus fundas y una colcha. De repuesto ya sea para la limpieza o ya
para una enfermedad, ¿ qué ropa ha de tenerse? Por lo menos cuatro sábanas, cuatro fundas de
almohadas y una colcha por cama (Carretero, 117).
En Fuenterrobles el jergón se llamaba almárrega y se rellenaba con la corfa de las cebollas de azafrán.
2.11 ¿Cómo han de ser las
sábanas y las fundas de almohadas?
De
hilo o de algodón; las de hilo son más resistentes y más a propósito para
enfermedades, pero algo más caras; las de algodón son más baratas, más suaves y
calientes en invierno (Carretero, 117).
¿Qué constituye la ropa de
mesa?
Los
manteles y las servilletas; de los primeros han falta por lo menos tres y de
las segundas también tres; pero por individuo.
(Carretero, 118).
2.12 Necesidad de cuidarla ropa.
Toda
la ropa es menester cuidarla, y en este cuidado entra la limpieza, la conservación
adecuada, y el arreglo de los deterioros…
La
ropa interior, la que está tocando a nuestro cuerpo, es la que más veces se
ensucia, la que se renueva con más frecuencia y la que exige más cuidados y
operaciones en una casa bien gobernada (Ascarza, 46)
2.13 ¿Cómo se utiliza la
ropa blanca que se va gastando?
Las
sábanas, descosiendo los paños y volviendo lo de fuera para dentro; cuando esto
no pueda hacerse se aprovechan los trozos buenos para camisitas de niño, para
trapos de heridas, si son de hilo, y para hacer hilas, que tan buenos servicios
prestan en enfermedades. Los delantales se vuelven lo de adentro para fuera, o
lo de arriba para abajo, y si estuvieran muy gastados, se unen los trozos
buenos para hacer rodillas o trapos de limpieza y cocina (Carretero
120).
Los trapos de limpieza se llamaban marregones y en el diccionario comarcal de Feliciano Yeves almarregones.
2.14 Conveniente sería que
en los colegios de niñas adquieran estas nociones primeras de corte de ropa
blanca, y además ideas generales acerca del lavado, planchado repaso de prendas
de uso frecuente (Calleja ,69).
Ilustración de una escuela niñas. Tomado del libro HIGIENE de Antonio Carretero. 1896