miércoles, 11 de noviembre de 2020

El cociol. Tercera y última parte

 

Hacer la colada, el repasado y el planchado.

 

Finalmente vamos a ver el funcionamiento del cociol, es decir, como se hace la colada. Previamente hay que lavar la ropa.


                                                       Ilustración de A. Carretero. 1896

3.1 ¿Y cómo se hace el lavado?

Con agua completamente limpia y buen jabón se procede a lavar la ropa frotándola bien con las manos sin hacer uso de la paleta por lo mucho que la estropea ni retorciéndola demasiado porque se abre, y después bien jabonada y estregada se aclara y se pone a secar (Ruiz, 21).

3.2 ¿ Ha de ser frecuente el lavado en una casa?

Eso depende de varias circunstancias, como principalmente del número, edad y ocupaciones de los individuos que componen la familia; pero puede decirse por punto general es necesario un lavado simple cada semana y otro general o de colada cada mes. (Guerra, 22).

3.3 ¿Sería económico suprimir algunas veces el lavado, aunque se resintiera la limpieza?

Al contrario; resultaría siempre mayor gasto y perjuicio, porque la suciedad destruye la ropa y es enteramente contraria a la salud, a más de dar una idea muy asquerosa de la persona en quien se observa y sobre todo del ama de gobierno que la consiente (Guerra, 21).

3.4 Previamente a la colada hay que eliminar las manchas que permanecen después del lavado. Ello es totalmente necesario que ya lo dice el refrán: la que mete mierda al cociol, mierda saca del cociol.

Eliminar las manchas en este periodo que nos ocupa es muy complicado y a la vez muy curioso y por no alargar demasiado esta entrada lo dejamos para otra ocasión. Además, en Fuenterrobles para eliminar las manchas que llamaban lámparones solamente se utilizaba la greda que es una arcilla arenosa de color blanquecino de probada eficacia para las manchas de grasa.

¿Cómo se quitan las manchas de grasa de las ropas de paño?

Se cubre toda la mancha con greda y se pone al sol para que se seque; después se restrega bien, se limpia con un cepillo, se lava con vinagre bien caliente y desaparece la mancha (Sánchez, 56).



                                              Greda de Fuenterrobles. Foto Paco Arroyo 2015


3.5 ¿ Por qué se hace la colada?

Los principios en que se funda el blanqueo de la ropa por colada, son los siguientes: las cenizas, producto de la combustión del carbón vegetal, contienen los principios de sosa y potasa, que tratados con el agua caliente dan por resultado una lejía. Las substancias grasientas que provienen de la suciedad del individuo son insolubles al agua fría, pero dejan de serlo por la acción prolongada del agua hirviendo y de las cenizas (Surós 106).

3.6 ¿Cómo se hace la colada?

Varios son los medios hasta hoy utilizados, pero todos ellos, aun teniendo en cuenta que economizan tiempo y trabajo, debe posponerse al medio antiguo que es, sin duda alguna, el que menos destruye la ropa y con el que se obtiene una perfecta limpieza. (Ruiz, 21).

3.7 ¿Cómo deben colocarse las ropas en el cociol?

Hay que señalar que los vestidos de calle no se meten en el cociol porque la colada los dañaría seriamente. Como mucho se enjabonan con gran cuidado, que la ropa escasea.

Las ropas de vestir negras eran las habituales porque cuando las mujeres cumplían treinta años se cubrían la cabeza con un pañuelo y se vestían de negro. También hay que considerar que la mortalidad era elevada y con tantas muertes y unos periodos de luto excesivamente largos los ropajes negros era lo que se llevaba.

Algunas veces, después del lavado, se restregaban con un manojo de alfalfe verde y luego bien lo aclaraban. Con ello se conseguía un negro brillante que deslumbraba. Así me lo contaron y así lo digo.

Y ya pasamos a colocar la ropa principalmente blanca en el cociol. Puede haber algo de color pero no es de vestir sino marregones y otras piezas de limpieza.

Se pondrá en el fondo la ropa de color, si la hay, después la de cocina, cama, camisas, etc., luego las prendas más delicadas, y por último, los manteles, servilletas, toallas, y el cernedero que deberá ser tupido y fuerte (Ruiz, 22).

Nota: el cernedero es un lienzo que se coloca sobre la boca del cociol para cubrir la ropa que se ha introducido.

3.8 Una manera de hacer la colada.

En una caldera se deposita la ceniza y se pone a calentar. Cuando el agua está hirviendo, este producto que llaman lejía, se vierte sobre el cernedero dejando la ropa en el cociol de diez a doce horas; pasado este tiempo se aclara bien y se pone a secar.

3.9 Otra manera de hacer la colada.

Se tamiza la ceniza, que ha de ser de buen carbón o de leña de encina; se echa la mitad en el cernedero y la otra mitad en una caldera de agua hasta que hierva bien y de seguida con un cazo grande, o un caldero se echa poco a poco sobre el cernedero. Para que la ropa esté en mejores condiciones conviene echar sobre ella uno o dos calderos de agua templada. (Carretero, 121).

Este autor también dice que la ropa debe estar en el cociol diez o doce horas; tanto para que se vaya enfriando como para que la lejía (repito, mezcla de agua y ceniza) ejerza bien su acción.

3.10 Tercera manera de hacer la colada.

Esta manera es muy similar a la anterior, pero añade otros trabajos.

La colada se hace ordinariamente como sigue: en un colador, generalmente una cubeta de madera, con un agujero lateral cerca del fondo (lo que nosotros llamamos cociol) se pone la ropa pieza por pieza lo más extendida posible. Se cubre la tapa o boca del colador con un lienzo fuerte y sin agujeros, y sobre ese lienzo se pone ceniza vegetal reciente y limpia de carbón. Entonces se echa agua caliente sobre la ceniza. El agua disuelve los álcalis que hay en la ceniza, se filtran a través de la ropa y la limpian. El agua o lejía que sales del colador (cociol) se recoge, se calienta de nuevo y se vierte otra vez sobre la ceniza del cernedero. La operación se repite durante diez o doce horas, según la cantidad de ropa, su clase, la suciedad que tuviera, etc. (Ascarza 47).

3.11 ¿Qué cantidad de ceniza se utiliza?

Las mejores cenizas son las de sarmiento y juncos, y después las de abeto, árboles frutales y olmos; que la cantidad de ceniza que se emplea debe ser una décima parte del volumen de ropa (Yeves, 56).

3.12 El azulete

Después de la colada la ropa queda a veces con un matiz amarillento, que desaparece por la acción del sol o sumergiéndolo en agua donde se haya dispuesto unas bolitas de añil, y secándola después. (Ascarza, 50). Este producto lo hemos conocido hasta el último tercio del siglo XX con el nombre de azulete.

3.13 Otra utilidad del cociol es elaborar “el lejío”. Se coloca en el cociol una capa de ceniza y otra de cal y así sucesivamente. Y se rocia lentamente con agua. El líquido que sale por la espita es lo que llamaban lejío, un producto altamente cáustico que podía quemar la ropa y por tanto, se usaba con precaución en los lavados sencillos, es decir, cuando no se hacía un lavado general o de colada.

3.14 Composición y repaso de la ropa

Hecha la colada la siguiente operación es la composición y repaso de la ropa, y es el ama de casa la que debe saber no solo componerla con destreza, sino coserla de nuevo, para ahorrarse muchos gastos.

¿Es importante el repaso de la ropa?

El repaso y compostura de la ropa es una de las obligaciones más importantes del ama de casa y a cuyo aprendizaje deben las niñas dedicarse con esmero, cualquiera que sea su posición (Calleja, 68).

Por otra parte, la mayor duración de la ropa que se obtiene remendándola representa una economía considerable y de aquí la indiscutible utilidad del repaso de aquélla (Ruiz, 22).

3.15 ¿Qué debe tenerse presente en la composición de la ropa?

Que los remiendos deben hacerse con la misma ropa y color; para lo cual, al comprarse la tela nueva, se tomará algo más, y que los rotos (se llamaban sietes) se compondrán enseguida para evitar el que se hagan mayores, pues quien no compone gotera, compone la casa entera. (Vivéns, 25).

Otro autor rechaza la tela nueva aunque sea del mismo color.

Cuando haya necesidad de substituir parte de la prenda, debe ponerse ropa usada, aunque en buen estado y no nueva, y que debe zurcirse apenas se observe que está muy gastada, es decir, antes de que se rompa por completo. (Ruiz, 22).

3.16 El planchado




                       Dos modelos de planchas antiguas. Foto Paco Arroyo


La noche anterior a la plancha debe mojarse la ropa con agua y almidón, se lían bien las piezas, se separan por grupo, según la clase, y luego se colocan en un banasto. La plancha no ha de estar muy caliente y los días deben ser los viernes. (Vivéns, 26).

 3.17 ¿Qué enseres hacen falta para planchar?

Una mesa grande, con tablón grueso forrado de tela para evitar el tener que poner de mullido una manta ya usada; dos o tres planchas de hierro de distintos tamaños, una de ellas con bastante punta, una hornilla para calentarlas (Carretero, 124)

BIBLIOGRAFIA

ASCARZA Victoriano: La niña instruida. Madrid, s.f.

CARRETERO Antonio: Principios de higiene y economía doméstica, Burgos, 1896.

CALLEJA Saturnino (Editor): Tratado de higiene y economía doméstica. Madrid, 1901.

GUERRA Liberato: Lecciones de economía y de higiene doméstica, Barcelona, 1910.

RUIZ ROMERO J. y MUNCUNILL M.A.: Nociones de economía e higiene domésticas, Barcelona, 1898.

SÁNCHEZ, Juan F.: Ligeras nociones de higiene y economía doméstica, Madrid s.f.

SURÓS, Antonio: Lecciones de higiene y economía doméstica. 1880

VIVÉNS, Francisco: Nociones de higiene y economía doméstica, Valencia, 1899.

YEVES, Carlos: Principios de higiene y economía doméstica, Madrid , 1902.

 

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