jueves, 23 de enero de 2020

Duelo en las fiestas de las Candelas del año 1884

Era la maestra de niñas de Fuenterrobles y se llamaba Teresa Armengol. Procedía de La Yesa, un pueblo de la serranía valenciana, y se afincó en Fuenterrobles, formando familia. Tuvo dos hijas y dos hijos. 
Vísperas de las fiestas patronales viajó a Requena, pero nunca llegó a la capital del distrito, que en las cercanías de la ciudad de Utiel, el carro volcó.
En la década de 1970, tuve noticias de este suceso por una de sus hijas, la señora Amparo Solaz Armengol, mujer muy inteligente y culta. Diversos periódicos de la época recogieron la noticia los días 3 y 4 de febrero del citado año: Diario oficial de avisos, El siglo futuro...
La siguiente reseña apareció en El Día, el 3 de febrero de 1884, en la primera página:
Hace pocos días ocurrió en las inmediaciones de Utiel, Valencia, y en la carretera de Madrid una desgracia de la que fue víctima la maestra de niñas del pueblo de Fuenterrobles. Dirigíase la infortunada a Requena en un carro, volcó éste, causándole en la caída  a la referida maestra la fractura de algunas costillas y otras varias lesiones, de cuyas resultas murió a los dos días en Utiel.
En la década de 1970, cuando aún no se había vaciado la calle Valencia, y se formaban en el estío hasta tres tertulias a la fresca, escuche como unas queridas ancianas que podrían haber sido alumnas, decían que era una mujer muy buena y que su trágica muerte dejó honda huella de dolor en Fuenterrobles.
Era la maestra de niñas de Fuenterrobles, recordadlo, y se llamaba Teresa Armengol.

lunes, 13 de enero de 2020

Que trata de la muy antigua cofradía de san Antón


        De todas las cofradías que existían en Fuenterrobles, se decía que la más antigua era la de san Antón. Venía de tiempo inmemorial, o para ser más preciso, en palabras de un mayordomo que conocí, “desde siempre”. Fernando Moya, que ha estudiado todas las visitas pastorales de los obispos de Cuenca a la parroquia de Fuenterrobles, nos informa que esta cofradía es citada por vez primera en el año 1775.
        Contaba con unas ordenanzas propias, y tenía a gala decir, “que habían sido aprobadas por el rey”. Solo podían ser mayordomos los labradores, cuya condición venía determinada por la posesión de algún animal de tiro que antiguamente eran bueyes y posteriormente mulas.
        Era mayordomo mayor el más anciano de los labradores que se encargaba de la organización de la fiesta del santo el día 17 de enero. La víspera, los labradores traían leña que depositaban en las placetillas y cruces de calles para hacer hogueras que prendían a media noche, donde no faltaban "las cobetinas" de cohetes "rateros".
Al salir de la escuela, acudíamos los niños a la puerta de la iglesia con los collares de cascabeles y campanillas de las caballerías, ceñidos a la cintura o en bandolera. Llevábamos de merienda sopanvino, que aunque las dietistas modernas se escandalicen, era una merienda muy energética que bien combatía los fríos atardeceres de enero.
Cuando se formaba un grupo numeroso salíamos corriendo por todas las calles del pueblo viendo como los labradores que ya se recogían preparaban su hoguera al santo.  
        El día de la fiesta no faltaba la procesión y la misa en sufragio de las almas de los mayordomos fallecidos. También se rifaba “el gorrinillo de san Antón” que deambulando varios meses por las calles del pueblo, había sido alimentado por los vecinos que alguno lo recogía por la noche y lo soltaba por la mañana. Después se bendecían los animales de labor que los labradores sacaban a la puerta de la iglesia con sus mejores arreos. Después de la bendición las mulas, machos y burros volvían a la cuadra con doble ración de cebada y los labradores salían a trabajar en labores que no requerían el uso de los animales de labor, que "pa san Antón fiesta pa los animales y pa los hombres no". 

        Estaba estipulado en las ordenanzas que la cera que se consumía en el velatorio y ritos funerarios del mayordomo fallecido corriera a cargo de la cofradía.

        Esto es lo poco que sabemos de aquellas ordenanzas “que habían sido aprobadas por el rey” y fueron quemadas con el santo en los primeros días de la guerra civil. No perdemos la esperanza de que aparezca una copia en las profundidades de algún arca.

             Alonso de Herrera, a mediados del siglo XVI, decía:” me parece que será cosa acertada, que en cada lugar, o villa, o ciudad, se haga y se ordene una cofradía del señor san Antón, la qual ha de confirmar y autorizar su Majestad el Rey nuestro Señor, para que tenga fuerza y autoridad, pues es cosa que a todos conviene (Herrera 2001:187).

        Y una de las ordenanzas establece que si a un pobre y honrado labrador se le muriese el buey o se lo hurtasen o se mancare, se tase por los mayordomos y descontando piel, despojos o carne, si procediese, se reparta lo que correspondiese a cada uno de los animales de los mayordomos para la reposición y que pueda seguir labrando pan y se remedie él, sus hijos y su mujer. Pero si fuese una mula o un macho el que se muriese, solo se le pagaría la mitad de lo que se tasase para que todos los labradores se alienten y persuadan de labrar con bueyes. Es otra prueba más del enojo de individuos de la ciudad a que los campesinos labrasen con mulas.

San  Antón en la iglesia de Fuenterrobles. Fue bajada de su peana por un kiko y actualmente de encuentra en triste destierro por la sacristía.


miércoles, 8 de enero de 2020

Más hambre que maestro escuela

El primer testimonio de la escuela en Fuenterrobles lo encontramos en las Respuestas Generales del Catastro del marqués de la Ensenada, documento del año 1751, en el cual se dice que el fraile teniente de cura del lugar, Jaun Gualberto Solanillos del orden de Nuestra Señora del Carmen de regular observancia para que tenga escuela y enseñe a los niños los primeros rudimentos le pagan diez fanegas de trigo rubión. A 19 reales de vellón la fanega y a tres reales y medio el jornal, el salario del fraile por enseñar las primeras letras y alguna regla aritmética equivalía a 54 salarios de jornalero.
En 1845, en el diccionario geográfico-estadístico-histórico de Pascual Madoz se dice que en Fuenterrobles hay una escuela de niños concurrida por 14, y otra de niñas a la que asisten 8, cuyos maestros no reciben otro estipendio que aquel con que cada alumno contribuye.
En 1857 se publica la ley de educación, llamada ley Moyano, que estaría en vigor con algunas modificaciones hasta 1970 que es sustituida por la ley de Villar Palasí. Establecía que los ayuntamientos deben dotar con local, mobiliario y sueldo del maestro,  una escuela de niñas y otra de niños por cada 500 habitantes. 
Pero los ayuntamientos pagan tarde, mal y aveces nunca. Nuestro ayuntamiento no era la excepción. Los maestros y sus familias lo pasan muy mal. Veamos lo que dice la prensa de la época:
El Solfeo,13 de julio de 1878, página 4:
El ayuntamiento de Bicorp debe a la maestra que hoy está en Museros la friolera de 1.226 pesetas por atrasos de los años 1864 a 1865 y 1865 a 1866. Los maestros de Alcubras, Montichelvo, Benifaraig, Masarrochos Chulilla, Ráfol de Salen, Benetuser, Borbotá, Sempere, Calpesa Tous, Cortes de Pallás, Museros, Sot de Chera, Benimamet, Sinarcas, Ayora, Fuenterrobles, La Granja, Benegida y Olleria continúan sin cobrar nada de lo mucho que se les adeuda.
Llega un momento en que la situación de los maestros es tan precaria que el gobernador civil se tiene que ocupar del asunto del pago.
En la Iberia, el día 8 de octubre de 1893, página 3:
El gobernador civil de Valencia parece dispuesto a obligar a los Ayuntamientos en descubiertos por atenciones de primera enseñanza a ponerse al corriente en la satisfacción de sus obligaciones.
Con este objeto se ha oficiado a los alcaldes de Calles, Camporrobles, Alcudia de Crespins, Loriguilla, Higueruelas Cofrentes y Benisoda, concediéndoles ocho días de plazo para pagar los tres trimestres del año pasado que adeudan a los maestros.
En igual sentido se ha oficiado a los alcaldes de Villargordo del Cabriel, Venta del Moro, Utiel, Fuenterrobles, Agullent, Llanera, Vallanca, Cortes de Pallás, Luchente y Bufalí; que adeudan dos trimestres.
Pasado el plazo concedido, el gobernador entregará a los tribunales a los alcaldes de los Ayuntamientos morosos para que depuren responsabilidades en que éstos hayan incurrido, y procedan contra sus personas y bienes hasta dejar extinguida la deuda.
También el gobernador de Zaragoza ha ordenado el procesamiento de varios alcaldes por incumplimiento de las disposiciones gubernativas para el pago de las atenciones de instrucción pública.
Así se hace.
En 1901, el estado se hace cargo del sueldo de los maestros y aunque es corto tienen la seguridad de cobrar puntualmente
Con la entrada del siglo XX, Fuenterrobles alcanza los 1.000 habitantes, y le correspondían dos escuelas de niños y dos de niñas, pero los gobiernos de la monarquía no están preocupados por las instrucción publica del pueblo español. Tendríamos que esperar al advenimiento de la II República para que las autoridades creasen las dos escuelas que nos correspondían.
FAM


























así se hace