Me comentaban unos amigos de Alicante que leyeron el villancico "Ya vienen los Reyes Magos", que entendían que vinieran por la Talayuela o por la Serratilla, pero no que vinieran por telégrafo.
Les expliqué que se trata de un monte en el cual hay una torre de telegrafía óptica y prometí llevarles antes que se desmorone totalmente.
La edificación es BIC, Bien de Interés Cultural, y solo puede actuar sobre la torre la propia Generalitat. Pero no están por la labor, que con declararlo BIC ya han cumplido. Es igual que el perro del hortelano. Bien distinto sería si la torre estuviera en el Montcabrer de la Serra Mariola, o en la Serra d'Aitana o en Sant Joan de Peynagolosa. Es que para la Generalitat hay sierras de primera, de segunda y hasta de tercera categoría.
Pero no hablaré del telégrafo, que todo lo referente a esta torre ya os lo contar próximamente nuestro cronista oficial Fernando Moya. Si quiero dejar en el blog el poema que le dediqué, el cual aparece en la primera selección de poesías fuenterrobleñas que con el título "Al pie de la sierra de la Avicuerca" publiqué en el año 2001. Precisamenta, la torre está situada en una cumbre de esta sierra que antes de su construcción se llamaba Cerro de Roque y hoy,Cerro del Telégrafo.
El telégrafo óptico
El telégrafo óptico
Anclado en tiempo remoto,
lejos, en la sierra herido,
allí permanece roto,
resistiendo vil olvido,
el altivo mensajero
de palabra luminosa
entre pinos prisionero
con tupida red verdosa.
Muerde el cierzo veloz
viejas piedras calcinadas
quebrando la clara voz
de certeras cuchilladas.
Pasan el sol y la luna
y en silencio sumido,
deja la mala fortuna
aquel esplendor perdido.
Es errante el despertar
y tiene echada la suerte,
sólo le queda cruzar
la frontera de la muerte.
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Cubierta del libro de poesías fuenterrobleñas |
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